jueves, 26 de agosto de 2010

Comentario restaurantes 3


Autor / Fuente: Alejandra Mulet
17 / junio / 05
PUERTO FUY


Concepto: *****
Servicio: *****




Moderno, de líneas sencillas, sobrio, donde los tonos blancos juegan con las maderas de Luma y Arrayán, son, en parte, algunos de los adjetivos que caracterizan el elegante estilo de Puerto Fuy, nuevo restaurante de pescados y mariscos, creación gastronómica del joven chef, Giancarlo Mazzarelli junto a sus tres socios.

Ubicado en el sector más exclusivo de Vitacura, específicamente en Nueva Costanera, Puerto Fuy abre sus puertas para deleitar a los comensales capitalinos y extranjeros, rompiendo con el mito de los típicos restaurantes de pescados y mariscos.

Su carta es acotada, pero bastante completa en variedad de preparaciones y productos. Cuatro platos de entradas frías, cuatro calientes, dos sopas, ocho principales y seis postres, los que se renovarán cada dos o tres meses.

Junto a los platos de la carta, Puerto Fuy ofrece una tentadota alternativa para los que quieran degustar casi todas sus preparaciones. El menú degustación a $30.000 incluye entradas, principales, postres, una copa de vino para cada plato, agua, café y alguna atención de la casa como una rica taza de veloutte y sorbetes. Y para los que prefieren comer a la carta, el precio promedio por persona es de $19.000 con entrada, fondo, postre y vino incluido.

Para comenzar, una espumosa crema Veloutte de Topinambur servida en modernas tazas blancas llega a nuestra meza. Se trata de una original presentación y producción, al mas puro estilo Ferrán Adriá, donde Mazzarelli logra una sabrosa y burbujeante crema extraída de este especial tubérculo con sabor a alcachofas. Delicado detalle pensado para agradar a los comensales que los visitamos en estos fríos días de invierno.

Otra sabrosa y original alternativa de crema es, Veloutte de Apio con toques de aceite de truffa y ostión gratinado ($3.800).

Nuestra experiencia la continuamos con un tibio plato de entrada a base de suaves Erizos envueltos en hojas de espinacas, rellenos con duxelle de hongo shitake y salsa beurre ($7.900), para seguir con unos ricos Canelloni relleno con Mouse de centolla sobre cama de berros y salsa de grana pagano ($6.900).

Para cambiar de sabores, por cuenta de la casa, nos traen un exclusivo Sorbette de limón de pica con toques de jengibre, tomillo servido en una elegante copa de martini. Otro detalle por cuenta de la casa que marca la diferencia con lo ya conocido en la capital.

Terminadas nuestras entradas, vienen los platos principales. Un sabroso Congrio a la plancha con espejo de perejil, hongos silvestres, chalotas salteadas, acompañado por papas rosti y espuma de porcini ($8.900) son una buena alternativa en pescados, pero sin duda, lo mejor, está en la original Trucha de mar a la plancha con escabeche de topinambur, coulis de tomate emulsionado en mantequilla, vegetales y caviar ($7.900). Especial pescado similar en color, textura y sabor al salmón.

Para los que no son amantes de los pescados, la carta de Puerto Fuy también presenta alternativas en carnes y pastas, un ejemplo de ello son la sabrosa Pierna de Cordero braseada en salsa demiglace con puré muosseline y verduras baby salteadas ($8.500) y los riquísimos Fetuccini de pasta fresca con fungí porcini, camarones, grana pagano, rúcula y toques de crema ($7.900).

Finalizado nuestro viaje por los platos fuertes, nos reciben los originales postres. En primera instancia -para que nuestra boca deje atrás lo salado y cambiar de sabor-, una copa de Berries con Espuma de Ron Malibú, servida en copa de martini, nos invita a probar un postre que puede ser compartido entre dos. Aspic de Late Harvest relleno de berries acompañado por panacotta y helado de vainilla con toques de salsa de maracuyá ($4.500), es una fresca y novedosa alternativa.

Para los que buscan sabores más conocidos pero con presentaciones sumamente originales, les recomendamos Caviar de Manzana. Original postre que encapsúla lo mejor de esta fruta.

Las presentaciones de los platos son básicamente sencillas, sobrias pero siempre con un toque o algún detalle de buen gusto y modernidad, como el caviar de salmón sobre las hojas de espinacas que envuelven los suaves erizos o el exquisito y crujiente pan tipo italiano que los mismos mozos reponen a cada rato.

El concepto del restaurante es único y muy especial. Moderno, sencillo, de colores neutros, sobrio y delicadamente elegante, con velas, suave música y una iluminación ideal para una cena especial, Puerto Fuy –en este momento- es el protagonista del estilo y de la gastronomía en restaurantes capitalinos.

El servicio es impecable. Todos sus mozos vestidos correctamente y muy bien presentados son sumamente amables y se nota que saben hasta el mas mínimo detalle que compone cada uno de los platos de su carta. Saben muy bien recomendar vinos, saben por donde servir y retirar, son atentos y muy cordiales con los comensales.

Si pide el menú degustación, tómese su tiempo. Con tanto plato sabroso y novedoso, la experiencia se extiende por un par de horas. En todo caso, la atención es rápida y la espera entre plato y plato es la normal. Recomendación: hacer reserva.

En particular, felicitamos a sus dueños por lo novedoso del concepto de Puerto Fuy, por el tiempo dedicado para lograr semejante lugar y sobre todo, por presentar a los comensales una cocina nueva, de verdaderos sabores naturales que rescata productos y esencias únicas, de presentaciones novedosas e inigualables

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